miércoles, 14 de mayo de 2008

Pobres niños pobres



"La pobreza no es un fenómeno natural. Es el resultado de la acción humana y puede ser superada y erradica con la acciones de los seres humanos". Nelson Mandela.


El problema que implica el no tener dinero para satisfacer las necesidades básicas de una persona, se llama pobreza. Los niños pobres de Cali son los más afectados por la desigualdad que se vive en las calles de la ciudad. Son estos los que sufren la mayoría de las consecuencias del mal manejo que le da el gobierno al dinero, como resultado de los problemas estructurales de nuestro país. Estos inocentes menores dadas las circunstancias en las que se encuentran les toca a algunos ofrecer sus servicios para limpiar los parabrisas, revisar las llantas, cuidar el carro y vender en las calles y en los buses, chicles, maní, dulces, flores, cigarrillos. Otros, se quedan en el semáforo y atraen la atención de conductores y pasajeros recurriendo al show, cantos, bailes. Los demás, se dedican a pedir unas monedas.

Algunos solo han cursado unos pocos años de primaria; otros, se salieron del colegio porque el estado no les pago a las profesores, muchos otros, no volvieron a clases por llevar dinero a su casa o quizás para abastecer sus propias necesidades y la única solución de conseguir esto, es trabajar o robar. Son estas las opciones que tiene un pequeño niño de Cali para poder sobrevivir; pero, ¿Quién les hace entender que es el estudio el mejor método para salir adelante? O mejor aun ¿Quién les ayuda a tomar la decisión de trabajar para comer o de estudiar sin poder comer?, un niño pobre no tiene de donde más escoger, y le toca sobrevivir en este mundo sin oportunidades seguras para él.
Provienen de los barrios populares, la mayoría no tienen servicios de salud y aunque reconocen un hogar dónde llegar cuando termina la jornada, por lo regular viven en condiciones de pobreza extrema, donde la ausencia del padre y el trabajo por fuera de casa de la madre, son una constante. Son niños y niñas que a pesar de su corta edad, dejan atrás el juego y del deporte, para adquirir un falso status en su familia, adoptando roles paternos y maternos para el sostenimiento y protección en sus familiares, se convertirse en proveedores en esta, y forjan su inmadura independencia al emplear sus ganancias para satisfacer las necesidades de ropa y comida en su hogar.

En muchas ocasiones trabajan todo el día para otra persona adulta que los controla y los explota. Es de la siguiente manera como funciona esta pirámide: arriba se encuentra el adulto, a veces como padre, familiar o desconocido de los niños y jóvenes que maneja. Este adulto es el líder de la pirámide, ya que se hace llamar “dueño de la esquina” por llegar primero que otros; es por esto que abajo en la pirámide, si algún niño quiere trabajar en esta esquina, lo que tiene que hacer, es darle al líder parte de la ganancia que obtuvo en el día. El líder se beneficia de ellos sin hacer algún esfuerzo y estos niños son explotados solo porque tienen la necesidad de ganar algún dinero para sus necesidades básicas.

Las calles, son peligrosas para un niño de corta edad, y la probabilidad de desviarse del camino del bien es muy grande, estos comparten el mismo espacio con una amplia variedad de vendedores y otros habitantes de las calles como ladrones, expendedores de drogas, entre otros. El consumo de alcohol y drogas, especialmente los inhalantes, acompaña a algunos de los grupos de menores generando un problema social mucho más complejo, pues estas drogas debilitan aún más su crecimiento y disminuyen sus capacidades para el conocimiento y para la socialización. Poco a poco van cogiendo madures y se van acoplando a la vida de calle que les toco vivir, toman la decisión de encontrar el bienestar de sus vidas en algún vicio, trabajando o robado.

Si nos ponemos a pensar mejor, no solo son los niños los más afectados por la pobreza que se viven en las calles de Cali, si no, todas esas personas que les toco vivir esta lastimosa vida, y que seguro nunca tuvieron como salir de ella, por satisfacer diariamente sus necesidades. Son todas esas personas que están en la calle trabajando o pidiendo una moneda, las que están aguantando hambre y sufriendo por ello, las que no tienen la oportunidad de salir adelante y tener un mejor futuro.

Son vulnerables e influenciables, y la calle no es el mejor lugar para ellos; deberían educarse y alimentarse saludablemente; Deberían tener a alguien que les brindara amor y que les haga sentir segura la existencia, un padre y una madre; tiempo para salir a jugar con sus amigos, una infancia feliz y sin preocupaciones. Pero no es así, tienen responsabilidades que no les debería competir, primordialmente su alimentación y en ocasiones la alimentación de otros, hermanos, padres…Sin educación son explotados fácilmente por personas adultas que se aprovechan de su astucia y ganan dinero fácil. Sin duda la calle no es el mejor sitio para un niño, no le brinda beneficios para salir adelante y buscar un mejor futuro, por el contrario lo lleva la mayoría de veces por el camino del mal, haciéndole fácil adoptar vicios para olvidarse de los problemas y caer mas y mas en la pobreza.
No debemos ser tan indiferentes a la realidad de estas personitas, si tenemos la oportunidad de educar o darle alimentación a una alguien de escasos recursos, hay que hacerlo y caer en cuenta que hay personas que sufren por no poder comer un pedazo de pan y no tienen como salir adelante. Ahora preguntémonos ¿De qué forma cada uno de nosotros ha intentado solucionar la problemática vida de un niño pobre de la calle?